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REUNIÓN FAMILIAR
Celina Galeano
Como todos los años para Pascua me encargo de hacer las invitaciones, ocuparme del menú, las bebidas y todo lo referente a un almuerzo familiar. En ésta reunión mi hermana menor presentará a su novio. Yo me llamo Susana, Susy para los amigos y soy la mayor de la familia en breve cumpliré sesenta años. No sé si por la edad o por haber logrado mi independencia, lo que no fue fácil, me permito y me permiten no asistir a tales encuentros que no terminan de la manera más amistosa. Cada familia me enteré en el sillón del psicoanalista tiene su forma de ser, su manera de comunicarse, entre otras cuestiones.
Antes de subirme al auto desde una lejana ventana observo al grupo que acaba de sentarse alrededor de una gran mesa, la famosa mesa heredada de la abuela.
Ellos no me ven y yo los veo y escucho.
En la cabecera de la mesa, Rubén de cuarenta y dos años enfermero de profesión siempre servicial alegre buen padre, mi hermano preferido. Ruben trata de que lo escuchen levanta la copa para el brindis de comienzo del almuerzo que ya está servido en fuentes humeantes y aromáticas, en el instante en que Bocha el mayor de los varones de cincuenta y ocho años increpa a Mabel de cincuenta y dos años en plena crisis menopáusica sobre si en esa fuente humeante hay pollo o pescado. Bocha excitado clava el tenedor en la fuente salpicando el mantel que da por resultado los gritos histéricos de Mabel defendiendo el mantel recuerdo de la abuela.
Junto a su esposa, Rubén de pie con el vaso del brindis y Susy su esposa de treinta y cinco años junto a sus dos hijos que ajenos a la discusión de los mayores piden la atención de su mamá.
Cómo mirando una película sigo las ondas sonoras de la familia mirando un poco preocupada la conducta del nuevo novio de la hermana menor, Melisa se hace la que no escucha mirando de reojo a Jorge de treinta y ocho años, docente como ella de la cátedra de Psicología y llama a su hermano menor Bruno que en ese momento tiene una gaseosa tratando de abrir el envase y ya dispuesto a subir a su habitación. Por mi parte conociéndolo no puse un plato para él que solo come en familia alrededor de la parrilla cuando se hace asado De pronto Jorge se para, deja el teléfono que lo tenía aparentemente alejado de la discusión de Mabel y Bocha y se dirige a ellos tranquilo sonriente dirige antes una mirada de aprobación de Ruben, Dirigiéndose a Mabel, le pregunta si el plato en discusión lo preparo´ ella, de esa manera se rompe el hielo y el tema de conversación son las recetas y el joven novio comenta las recetas de pollo a la naranja que hace su madre.
Bueno me voy ya comenzaron a comer se nota que haber hablado de recetas les dio gana de probar las fuentes humeantes de la mesa
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