EL BILLETE

Leonor Nieto

 

Todavia recuerdo aquel escueto billete recibido en el festivo juego grupal con que celebramos el fin de año en la Compañía de Seguros .

"Sos el próximo" decía. Sentí un sudor frío que recorría mi espalda. En la Compañía habían despedido a cuatro empleados en los últimos dos meses. Pensé en mis hijos y mi ex mujer, en la pensión que debía pagar, las cuotas de los electrodomésticos comprados a crédito cuando me separé, el alquiler no era tan importante, podía mudarme con mi hermana.

Me sintí mareado. ¿Y si no fuera eso lo que significaba el billete? Debo tranquilizarme -pensé-. Pero vi a la rubia de Recusos Humanos mirarme fijamente a los ojos y estuve seguro. Era el próximo empleado al que despedirían.

Quise levantarse para ir al baño y los compañeros sentados a cada lado me lo impidieron. ¡Había que terminar el juego! ¡Cada uno debía adivinar quien le había enviado el mensaje! Sintí que todo giraba a mi alrededor y me desplomé.

Quince minutos después la emergencia médica a la que llamaron mis compañeros trataba de reanimarme. Yo observaba la escena desde arriba. Los veia a todos alrededor de mi cuerpo y a la rubia de Recursos Humanos que triste miraba las maniobras de reanimación, sosteniendo en sus manos el billete que me habían entregado. Era el mismo. Pero lo que decía estaba manuscrito con letra pequeña y era más largo.

En aquel estado desprendido de mi cuerpo como estaba, pude acercarme y leer lo que decia: "Te invito a cenar en mi casa esta noche" . ¿Pero como podía haber leido "sos el proximo"? Al ver que no recobraba el conocimiento la muchacha comenzó a llorar.  

            -Yo lo había invitado a cenar -dijo entre sollozos- y el papel cayó al suelo con la invitación manuscrita hacia abajo. Al dorso podía leerse ...sos el próximo..., parte del mensaje de fin de año del gremio que planteaba la necesidad de un aumento de ingre.. sos el proximo ... año.

Finalmente no lograron reanimarme.